Rosa ha sido artesana desde que tiene memoria. En la pared de su taller cuelga un recuerdo del retrato de su padre Abel. En tu corazón, innumerables otros. Afuera, las campanas de la iglesia suenan, llamando a Rosa a la misa. Lleva consigo el rosario de filigrana que perteneció a su madre, pasando las cuentas de Viana entre sus dedos, siguiendo el ritmo de la oración. Y desde el corazón.
Descubre la colección del artesano Abel Armando Silva